La receta perfecta para vaciar la despensa y terminar las verduras que te quedan en esta cuarentena.
Y es la primera vez que hago una minestrone tan rara, pero estaba riquísima. Por suerte es una receta fácil de hacer y con muchas posibilidades. Claro que está más rica con orzo, pero cualquier pasta para sopa vale, y esta vez sólo quedaban estas mini conchiglie en el súper.
Además no tenía col normal, pero tenía una col rizada (kale) que se iba a poner mala en cualquier momento, y un puerro que me vino de lujo. Tampoco tenía judías blancas así que tocaron garbanzos. Y por eso es una sopa perfecta para esta temporada.
INGREDIENTES para 4-6 porciones
- 1 calabacín
- 1-2 zanahorias
- 1 taza de kale o 1/2 col blanca
- 1 cebolla grande
- 3 dientes de ajo
- 1 taza de garbanzos cocidos o judías blancas
- 1 cubo de caldito de verdura
- 1 puerro
- 5 espárragos
- Otras verduras que te gusten y creas que quedarían bien (tomate, apio, rábano…)
- Sal, pimienta y aceite de oliva
- 250g de pasta para sopa
INSTRUCCIONES
- Pica bien todas las verduras.
- Fríe la cebolla en aceite de oliva hasta que esté blandita y añade el resto de verduras.
- Sofríe todo unos minutos y luego añade el caldito y cubre todo con agua.
- Cuece la sopa sin las legumbres y la pasta hasta que estén hechas todas las verduras (pon especial atención en la endemoniada zanahoria). No tarda mucho.
- Una vez cocidas las verduras, asegúrate de que haya suficiente agua y añade la pasta y los garbanzos. Déjala cocer acorde a las instrucciones o tu gusto.
- Salpimentar y servir.
Honestamente, es imposible liarla con esta sopa. Es fácil y sencilla. Si te gustan las verduras menos blandas, cocínalas menos tiempo antes de añadir la pasta. Si no te gusta que la pasta esté muy blanda, puedes hacer la base y sólo añadirle pasta a la mitad, y guardar la otra mitad para la próxima vez. Nosotros con esta receta hemos sacado 6 porciones, o sea que ha sido una idea fantástica para esta cuarentena.