Fácil y rápida, esta receta es genial para sandwiches, con gravy y verduras al horno…
Me encanta porque es más suave que el seitán gomoso de siempre y el sabor es más suave también. ¡Qué hambre me está entrando!
Me gusta utilizar leche de soja en lugar de agua porque lo hace más suave y menos elástico/gomoso.
INGREDIENTES
- 1 taza de harina de gluten
- 1/4 de taza de harina de garbanzo
- 1-2 cucharaditas de caldo de verduras en polvo (o 1-2 cubitos)
- 1 cda de salsa de soja
- 1/2 cdita de ajo en polvo
- 1 pizca de pimienta
- 1 taza de agua caliente o leche de soja
INSTRUCCIONES
- En un bowl mezcla bien la harina de garbanzo y el gluten.
- En otro contenedor, mezcla el caldito de verduras con el agua caliente o leche de soja, el ajo, la pimienta y la salsa de soja.
- Añade el líquido a la harina y amasa con tu mano hasta tener una bola suave de seitán.
- Envuelve la bola en plástico film como si fuera un chorizo, muy firme y sin aire dentro, atando ambos lados. Envuélvela dos veces para que no se rompa.
- Pon el seitán envuelto firmemente en una olla grande llena de agua hirviendo. Tiene que ser suficientemente profunda para que el seitán no toque el fondo y esté cubierto de agua (o si flota, que puedas moverlo a menudo para que se cocine bien).
- Déjalo cocer a fuego medio durante unos 50 minutos para asegurarte de que está bien cocido por dentro. Cuando esté listo verás que es más grande y muy firme.
- Sácalo del agua. Si quieres comerlo caliente, déjalo al menos cinco minutos antes de desenvolverlo para no quemarte. Si lo quieres como embutido, mételo en la nevera al menos unas 2-3 horas. ¡Ñam!
Yo me lo comí en este sandwich con pan de arándanos rojos y naranja, rúcula, mostaza de dijon, menta fresca y salsa de menta… Uf.
¡Está buenísimo! Espero que os guste tanto como a mí.